Hiperplasia benigna de próstata

La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es la patología más frecuente de la glándula prostática. Consiste en un crecimiento benigno (no canceroso) de la misma, como consecuencia de la hiperplasia de las células glandulares y estromales.

Su prevalencia aumenta con la edad, apareciendo aproximadamente en el 60% de los varones mayores de 60 años y en el 70% de los mayores de 70. En la actualidad no existen métodos preventivos de dicha patología, pero sí herramientas para un diagnóstico precoz que nos permitirá ofrecer múltiples opciones de tratamiento con el objetivo de mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes y evitar futuras complicaciones.

Aunque la HBP puede cursar de forma asintomática, algunos pacientes desarrollarán síntomas que pueden variar en severidad, pudiendo llegar a la retención aguda de orina o el deterioro del funcionalismo renal. Los síntomas más frecuentemente identificados son la dificultad para vaciar la vejiga, el aumento de la frecuencia urinaria (diurna y nocturna), la sensación de no vaciar por completo la vejiga o la necesidad de ir urgentemente a orinar para evitar un escape.

El inicio de un tratamiento para la HBP dependerá siempre de la severidad de los síntomas, así como de la afectación de la calidad de vida que conlleve, teniendo siempre en cuenta que la sintomatología puede progresar a lo largo del tiempo y volverse cada vez más molesta.

En nuestro centro, ofrecemos las siguientes opciones terapéuticas:

  • Vigilancia (controles sin tratamiento activo)
  • Tratamiento médico (fármacos que mejoran la sintomatología)
  • Tratamiento quirúrgico mínimamente invasivo:
    • Sistema Rezum
    • Fotovaporización prostática con LASER verde
    • Resección transuretral de la próstata
    • Enucleación prostática con Laser de Holmio
    • Adenomectomía retropúbica mediante cirugía robótica

 

Para la correcta elección de una técnica u otra es imprescindible la individualización de cada caso mediante la historia clínica, la exploración física, la medición de la severidad de los síntomas con la Escala de Síntomas Prostáticos (IPSS), un análisis sanguíneo para determinar el PSA y la medición del tamaño prostático y el volumen urinario residual (tras la micción) mediante ecografía transabdominal. Así mismo, pueden ser necesarios otros estudios complementarios como la flujometría, la cistoscopia o un estudio urodinámico con la intención de ofrecer a nuestros pacientes la opción terapéutica idónea.

Fotovaporización prostática con láser

La fotovaporización prostática con LASER es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva indicada en el tratamiento de los síntomas urinarios derivados de la hiperplasia benigna de próstata. Consiste en la vaporización mediante energía LASER del tejido prostático que comprime el conducto de la orina y que está dificultando el vaciado de ésta.

Al tratarse de una técnica poco invasiva, el ingreso hospitalario y el tiempo de sondaje vesical es muy corto (24-48h) siendo la recuperación postoperatoria muy rápida. Uno de los principales beneficios respecto a otras técnicas es el buen control de la hemostasia, disminuyendo el riesgo de sangrado intra y postquirúrgico.

Enucleación prostática con áser de Holmio

La enucleación prostática con LASER de Holmio (HoLEP) es una técnica quirúrcia para el tratamiento de la HBP en la que el adenoma prostático que causa la obstrucción urinaria es progresivamente separado de la cápsula fibrosa que lo rodea. Posteriormente el adenoma es extraído de la vejiga mediante el empleo de un instrumento llamado morcelador de tejidos. Todo el procedimiento quirúrgico se hace bajo anestesia a través de la uretra.

Las principales ventajas del HoLEP respecto a otras técnicas radican en las propiedades de este tipo de LASER (excelente capacidad de coagulación, posibilidad de fragmentar litiasis, así como de tratar cualquier próstata independientemente de su tamaño).

Es importante destacar que ambas técnicas no tienen ningún efecto nocivo sobre la función sexual, de forma que no habrá variaciones en la misma tras el tratamiento endoscópico con LASER.